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Ortega con gorrita. ¿Cuánto van a durar las trenzas?
Franco Predazzi - fpredazzi@ole.com.ar
| 05-01-2011 Ortega va a ser el más mirado en el regreso y no sólo porque Passarella le marcó la cancha: su look, made in Bahamas, es para un distinto. ¡Idolo!
Que va a atrapar todas las miradas es tan seguro como que con Jota Jota deberá pelear el puesto aceptando que con sólo ser ídolo ya no le alcanza. Se deje las trenzas o no se deje las tren... ¿Las trenquééé? ¿Ortega con trenzitas? ¿Acaso el Burrito se olvidó de que lo suyo es la vincha y el pelo largo? Bueh, la vincha. Está bien: el pelo largo. Para ser piadosos, lo suyo es ser Ortega, sin entrelazar un mechón con otro. Sin tantas vueltas. ¿O no, Ariel? “Me hice las trenzas porque me lo pidieron mis hijas”, se ríe con esa sonrisa tan suya el Burrito unas horas después de haber aterrizado en Buenos Aires y unas horas antes de empezar, él lo sabe aunque no quiera asumirlo, su última pretemporada en River. “Recién llego y estoy relajado, ni pienso en si es así o no”, dice cuando Olé intenta, sin proponérselo, bajarlo del avión de golpe. Ortega sigue volando. Para poner los pies sobre la tierra sabe que aún tiene tiempo. Hasta hoy.
Pero no le importa. I love Mickey Mouse, su fascinación por haber conocido Disneyworld a los 36 años perdura más allá del límite de las vacaciones. “Es lo más lindo que me pasó en la vida”, confiesa como si no fuera el mismo personaje que dio la vuelta al mundo detrás de una pelota. A Estados Unidos, cuenta, llegó después de pasar por Bahamas con su esposa, su hijo Tomás y sus pequeñas Sol y Manuela. Y ahí surgió la travesura capilar. “Ellas saben que no me aguanto nada en la cabeza y me insistieron. No me quedó otra: les tuve que dar el gusto”, se babea, aunque es más fuerte que él y vuelve al Pato Donald y a Pluto. “Ni en sueños me imaginaba lo lindo que es Disney”.
Se lo escucha tan feliz que da pena tener que traerlo otra vez al mundo real. Al que lo espera desde hoy. Porque Núñez está lejos de parecerse a Orlando y Passarella está lejísimo de la heladera de Walt. De hecho, Daniel Alberto, caliente como pocos, fue el autor de la célebre frase “si hace el boludeces, con Jota Jota no va a jugar”.
¿Algo para responder, Burrito? “De eso no digo nada”. Del incidente que tuvo en Jujuy, con una noche en la comisaría incluida, menos que menos. Pretende pisar suelo firme, escuchar al DT y, después, analizar si es pertinente agregarle alguna palabra más a este enredo. Porque no trenza: lo aceptan así o no es Ortega.
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Ortega con gorrita. ¿Cuánto van a durar las trenzas?
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Que va a atrapar todas las miradas es tan seguro como que con Jota Jota deberá pelear el puesto aceptando que con sólo ser ídolo ya no le alcanza. Se deje las trenzas o no se deje las tren... ¿Las trenquééé? ¿Ortega con trenzitas? ¿Acaso el Burrito se olvidó de que lo suyo es la vincha y el pelo largo? Bueh, la vincha. Está bien: el pelo largo. Para ser piadosos, lo suyo es ser Ortega, sin entrelazar un mechón con otro. Sin tantas vueltas. ¿O no, Ariel? “Me hice las trenzas porque me lo pidieron mis hijas”, se ríe con esa sonrisa tan suya el Burrito unas horas después de haber aterrizado en Buenos Aires y unas horas antes de empezar, él lo sabe aunque no quiera asumirlo, su última pretemporada en River. “Recién llego y estoy relajado, ni pienso en si es así o no”, dice cuando Olé intenta, sin proponérselo, bajarlo del avión de golpe. Ortega sigue volando. Para poner los pies sobre la tierra sabe que aún tiene tiempo. Hasta hoy.
Pero no le importa. I love Mickey Mouse, su fascinación por haber conocido Disneyworld a los 36 años perdura más allá del límite de las vacaciones. “Es lo más lindo que me pasó en la vida”, confiesa como si no fuera el mismo personaje que dio la vuelta al mundo detrás de una pelota. A Estados Unidos, cuenta, llegó después de pasar por Bahamas con su esposa, su hijo Tomás y sus pequeñas Sol y Manuela. Y ahí surgió la travesura capilar. “Ellas saben que no me aguanto nada en la cabeza y me insistieron. No me quedó otra: les tuve que dar el gusto”, se babea, aunque es más fuerte que él y vuelve al Pato Donald y a Pluto. “Ni en sueños me imaginaba lo lindo que es Disney”.
Se lo escucha tan feliz que da pena tener que traerlo otra vez al mundo real. Al que lo espera desde hoy. Porque Núñez está lejos de parecerse a Orlando y Passarella está lejísimo de la heladera de Walt. De hecho, Daniel Alberto, caliente como pocos, fue el autor de la célebre frase “si hace el boludeces, con Jota Jota no va a jugar”.
¿Algo para responder, Burrito? “De eso no digo nada”. Del incidente que tuvo en Jujuy, con una noche en la comisaría incluida, menos que menos. Pretende pisar suelo firme, escuchar al DT y, después, analizar si es pertinente agregarle alguna palabra más a este enredo. Porque no trenza: lo aceptan así o no es Ortega.